THE SANDMAN: ∞

Sé que no voy a decir nada nuevo de la obra de Neil Gaiman, y muchos menos de "The Sandman", y mucho menos de su personaje más querido, Muerte. Pero creo que no deja de tener cierto interés mirar algunos trabajos desde la distancia y someterlos a la prueba del paso del tiempo.

ECC Ediciones ha publicado “The Sandman: ∞”, un volumen enmarcado en la rendición de lujo de la obra maestra de Gaiman y que recoge todas las historias cortas y algunas ilustraciones protagonizadas por Muerte, esa chica gótica que todo el mundo quería como novia en los 90.

Se me hace muy difícil juzgar este volumen sin vincularlo a la colección principal, y más aún si intento (y consigo) quitarme de encima todo lo que supuso “The Sandman” en su momento. Ahora, objetivamente, siendo realistas, este cómic resulta blandengue y uno diría que incluso ñoño. Y quien sale peor parado de este juicio es Gaiman, con sus historias bienintencionadas sobre adolescentes al filo del abismo que acaban decidiendo que vivir vale la pena. Porque el dibujo de Crhis Bachalo sigue resultando dinámico, sexy y actual, y su Muerte sigue siendo la mejor.

Muerte, por Chris Bachalo
Pero creo que este cómic no debe ser juzgado de manera independiente al título original. Por dos razones principales. La primera: las continuas referencias a hechos que acontecen en “The Sandman” y a todo el imaginario que rodea esta colección. La segunda: que todas esas referencias transportan al lector a otra época, a finales de los 80, con Gaiman en la cresta de la ola, rompiendo la pana, creando un universo tan basto que hay que retroceder hasta Kirby para encontrarle parangón.

Y en el fondo, todo esto es una obviedad, porque nadie se va a rascar el bolsillo para esta lujosa y enésima reedición de “The Sandman” si la colección no le supuso algo importante en su momento, ya sea a nivel literario o personal, porque se quedó atrapado en el mundo de ficción de Gaiman o porque vive en el pasado, en una tienda de cómics diciendo cosas como “los que leen Sandman van de intelectuales”... Y es un recuerdo profundo; no es simplemente "¿eh, te acuerdas de Sandman?", porque por aquel entonces no había ni teléfonos móviles, ni Internet ni redes sociales. Uno no se descargaba el último número de "The Sandman" en pdf y ya está. Había que esperarlo, salir a buscarlo, comprarlo y comentarlo cara a cara, no por whatsapp. Era un ritual, como hacer fotos con carrete.

Sandman nunca morirá. Esta reedición y todas las que vengan hasta el fin de los días juegan con las cartas marcadas, con un público fiel y fanático, y, bueno, ¿qué importa si las historias de Muerte resultan ahora un poco ñoñas? Es Muerte, y todo el mundo quiso una novia como Muerte, incluso las chicas.

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